Review #64
A simple vista (o mejor dicho, a simple escuchada) parece
ser un disco más de Slash y su nueva banda, pero no, el disco engaña en la
primera pasada y hay que prestarle un poco más de atención y saber leer entre líneas.
Sus 17 temas, siguen la línea de su anterior CD (Apocalyptic Love del 2012),
Por suerte hay de todo: buenos temas bien armados, fiel a la dupla Myles
Kennedy/Slash, buenos solos, buenos riffs, hay buenas letras, grandes voces de
Kennedy (con amplio registro vocal), hay baladas power (de las mejores de este último
tiempo), y mucho hard rock de la vieja escuela. El disco suena excelente, se
pasa rápido, es ágil, dinámico y está bien balanceado, Slash da cátedra de
punta a punta con la viola y Myles hace lo mismo con su voz. La banda, ya
consolidada, acompaña perfectamente en todos los temas. Hay menos "hits
gancheros" pero hay una urgencia, un hard rock bien al palo, preciso y
bien ejecutado que lo hace intenso y rockero, como todos los discos de Slash en
su etapa post Guns N' Roses. En estos tiempos de escases en la calidad musical,
este es un disco que marca diferencia, hay que encontrarle la vuelta y rescatar
lo mejor de esta banda, que no para de crecer (en estudio y en vivo), que no
tiene miedo a experimentar dentro del rock, y que viene flameando la bandera
del hard rock y pidiendo pista para obtener el reconocimiento masivo (como lo
estaba haciendo Velvet Revolver antes de separarse). Muy bueno. Slash siempre
nos llega directo al corazón y no defrauda. Puntos altos: World On Fire; Shadow
Life; Automatic Overdrive; Wicked Stone; 30 Years To Life; Bent To Fly; Stone
Blind; Too Far Gone; Battleground (Gran power Ballad!!!) y The Unholy.
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