Los Black Crowes quisieron cerrar un etapa y que mejor manera que plasmar sus grandes éxitos en versiones acústicas, renovadas, con pequeñas sutilezas, algunos cambios simples, y con una elección de temas para caerse muerto!. Con el mismo groove que desarrollaron a la perfección durante toda su carrera, pero esta vez dándole una vuelta de rosca más, y con la experiencia de los shows en vivo con set acústicos que dieron desde sus reuniones del 2005 en adelante, se nota que llevaron los limites de las canciones a un universo paralelo, donde pueden convivir perfectamente las versiones originales y estas versiones “nuevas” despojadas de electricidad y con la calidez de la madera. Los dos discos con 10 temas cada uno, son muy disfrutables, tranquilos, con arreglos excepcionales, con muchos climas, algunas zapadas fieles a su estilo, guitarras bien al frente, todo en formato acústico sin dejar el rock & roll y las baladas de lado. Algún fan rabioso protestara que algún tema bueno quedo afuera, pero en lo papeles los temas están muy bien seleccionados. Según leí por ahí, dijeron que fue una celebración dedicada a los fans, y es tal cual lo que refleja el álbum. Muy recomendado. El acierto es certero e impecable, al punto tal de hacerte pasar un gran momento escuchando los 20 temas en la intimidad y reviviendo esos viejos clásicos. La voz de Chris Robinson suena prolija y cálida, y con más soul que nunca. Va para un momento de relax, y para no perder la pisada de lo que puede lograr una de los mejores bandas de rock & roll de todos los tiempos. Puntos altos: CD 1: Jealous Again, Share The Ride, Remedy, Hotel Illness, Soul Singing, Wiser Time. CD 2: Morning Song, Downtown Money Waster, Thorn In My Pride, Welcome To The Good Times, Sister Luck, y Bad Luck Blue Eyes Goodbye.
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